martes, 17 de febrero de 2015

Democracia a la mexicana



La democracia en México es una gran falacia:
el massandra* y salmón de la clase política,
—camarilla del pueblo sin pizca de autocrítica—
hogar del chapulín que brinca en cada cracia.

Es un museo opaco con farsantes de lítica,
el rentable eufemismo de burda aristocracia
de “izquierdas” y derechas a quienes nada sacia.
Vocablo sin sentido, solo estructura enclítica.

Mas en el frente apático que forma el ciudadano,
se encuentra el otro polo del secuestro ontológico
de la acción de velar con sentido axiológico

un ejercicio oscuro en la más “pulcra” mano.
Tal vez cuando el hermano batee la indolencia,
consigamos tener democracia a conciencia.



© Amarante M Matus

* Massandra: uno de los vinos más caros en el mudo,  de origen ucraniano.