EL AZUL DE LA MEMORIA DESDE MADRID
Nuestro
trovador de este jueves es un madrileño nacido en 1974. Apareció en la
industria de la música y en el universo de los trovadores en los noventa con su
álbum “Atrapados en azul” (1997).
Quizás por esa razón atrapo a su servidor, el azul en sus canciones. Su voz y
su riqueza en armonías melodías y ritmos me recuerda al gran Joan Manuel.
Sus influencias son Serratianas, Auteistas, Sabinazcas y
Silvianas. La influencia de la poesía no podía faltar. Si rascamos podríamos
encontrar en su vida y sus canciones a Mario Benedetti y Luis García Montero.
En su periodo de universitario ya tocaba en locales madrileños
del circuito de la canción de autor. Quiero pensar que adivino si digo que
lugares muy similares a las Peñas de nuestro México.
Con un padre poeta y periodista de profesión, no podíamos esperar
menos de Ismael. Entregarse a sus canciones es una experiencia sibarita.
Su primer álbum, mencionado líneas arriba, contiene “Papa
cuéntame otra vez”; quizás una de las canciones más dulces, reivindicativas y
recuperadoras de la memoria universal; un tema de esos que pugnan por lo que
muchos consideramos importante: no olvidar, no faltar a la memoria. Una
canción llena referencias a múltiples historias de lucha y reivindicaciones que
dotan de dignidad al sustantivo abstracto humanidad.
En “La memoria de los
peces” (1998) continúa un trabajo de recuperación por la memoria que queda
claro desde su mismo bautizo. La vena del canto con sentido social nos recuerda que el arte es revolucionario y la música con su lírica.
desde luego que lo es ¿Por qué no seguir cultivando esta vena de la canción de
autor? Una producción que hace de este hombre un
trovador genuino.
Y sí me lo permiten voy a glosar un poco con delirios automáticos esta
memoria de peces que me ha sacudido, como ellos seguramente se sacudirían al ser
lanzados fuera de su hábitat.
Este viaje de 1998 va del romanticismo festivo “Últimamente” a la memoria, “Al bando vencido” que se niega a
desaparecer de la memoria, que queda registrado en este año con un discurso y
su guitarra, sus recuerdos y su trinchera, la memoria de la cultura oral y
reivindicativa de un anciano que no dejó que sus recuerdos murieran y “Recuerdo”, recuerdo que no debo olvidar
que el cotidiano andar es importante, así que ¿Por qué no cantarlo para
preservarlo? ¿Por qué no poner música a él? Si él lo escribe, seguro miles se
identifican y otros entendemos su importancia. “Ya quisiera yo” ser tantas cosas, más feliz por ejemplo, menos
rezongón también; más porfiado menos apático; y “Regresa” la nostalgia, regresa con ella o quiero que ella regrese,
y regresan los sitios que caminamos los espacios que pisamos y tras esta
súplica “Vine del norte” mientras él
llego con estelas memorables de Santiago, de mí visita a ese país donde murió
Allende no de muerte natural sino de un artero Golpe de Estado que conmemoro
cada once del mes de virgo y Georgina y “Sin
ti a mí lado” el cansancio vulgar o la distracción de Cabral me invaden me
arropan… me asaltan de un zarpazo. Una “Tierna
y dulce historia de amor” con dulzón sabor latino me pone a bailar y sacude
mí estado anterior: contemplativo, afligido y así más vivaracho recibo “Las instrucciones para eliminar el odio eternamente”
y comprendo porque no he sido tan generoso en el olvido; pero no puedo olvidar “A las madres de mayo” y regreso al cono
sur de nuestra América y otra vez la memoria, otra vez la conciencia, otra vez
la reivindicación cuando llega mi “Canción
del amor propio” que nos confronta nos reconoce nos enorgullece, nos
recuerda que debemos amarnos, cuidarnos, procurarnos, que nos grita que la
misión es ser felices, ser nosotros. “Mi
vida no hay derecho”, mis amigos, mis concurrentes lectores, aunque los tiempos
son complicados no debemos dejar de salir a la calle, no debemos dejar de
apropiárnosla, de hacerla nuestra como este hombre nos lo sugiere, no hay
derecho de salir con miedo a ella. Ya casi al final de este viaje alucinante
por la memoria, por la historia de catorce historias, me encuentro con mi “Pequeña criatura” y celebro que la
memoria igual esté llena de amor, de románticas imágenes y de emotivas letras
que igual reivindican el romanticismo de algodones de parque, de columpios en
un bosque y de paseos dominicales tomados de la mano ¿“Qué va ser de mí”, qué va ser de este loco jueves? Ustedes lo
decidirán, de momento los invito a escuchar cada uno de estos relatos cantados
desde la lírica de Ismael Serrano con toda esa riqueza que hay en su música.
Vine del Norte
Ya quisiera yoVértigo
http://www.youtube.com/watch?v=JKYgOas3AaE
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