EL
FILIN CUBANO
Segunda
gran influencia
Buenas madrugadas
queridos amantes de la música… degustadores de sus múltiples ricas y variadas
formas géneros e líricas. La semana pasada nos quedamos con un pendiente que
hoy vamos a saldar con el encanto de los susurros musicales de una hermosa
isla, sus trovadores y sus juglares.
Decíamos que el otro gran
antecedente o influencia de La Nueva Trova Cubana lo conformaba el denominado
Feeling o Filin cubano. Un movimiento poético-musical que va de los cuarenta a
los sesenta más o menos en donde se pondera el sentimiento, de ahí el nombre
con que se bautizó esta corriente musical, y muy ligado al bolero. De ahí, que
la sensibilidad, este sentir algo complicado de transcribir coloquialmente en
nuestras interacciones cotidianas, los más conspicuos representantes de este
movimiento lo hayan conseguido gracias y a través de muchas de sus letras…
muchas de sus canciones.
Un movimiento que en lo
musical también fue innovador pese a ser músicos nuevamente, como los de la
Trova Tradicional, sin una instrucción formal pero si emprendedores y llenos de
inquietudes creativas e ideas nuevas con un espíritu basado en el sentimiento,
en la pasión; en el romanticismo que en algún sentido evoca aquel movimiento
del siglo XVIII y que nos llegó un poco tarde con su influencia a este lado del
planeta, a nuestra América.
Y como muchas veces
sucede con estas sinergias innovadoras, este grupo de connotados creadores se
reunían para dar salida a su esencia creativa y nutrirse en compañía de
intereses comunes acompañados de sus guitarras e inspiración. Dicen aquellos
que saben que la casa de Tirso Díaz fue uno de los lugares donde solían encontrarse
en conclave de genio.
“Eran descargas en sus propios hogares, distinguiéndose
entre ellos la casa de Tirso Díaz en el Callejón de Hammel, donde su hijo
Ángel, en complicidad creadora, fue capaz de convocar a quienes no se tardaría
en denominar Los Muchachos del Feeling: César Portillo de la Luz, José Antonio
Méndez, Ñico Rojas, Jorge Mazón, Rosendo Ruiz Quevedo...”
A los nombres arriba
escritos hemos de sumar el de la gran compositora e interprete Marta Valdés.
Ella, al lado de César Portillo de la Luz y José Antonio Méndez son de los más
conspicuos representantes del Filin cubano.
Canciones como “Contigo en la distancia” “Tu mi delirio”
“Noche cubana” “Realidad y Fantasía” de Cesar Portillo de la Luz o “Novia mía” “No crees en mi amor” “Si me
comprendieras” “Y decídete mi amor” “La Gloria eres tú” del gran José
Antonio Méndez y desde luego “No hagas
caso” “Por si vuelves” “No te empeñes más” Palabras” de Marta Valdés
componen las entregas de Pablo Milanés en los años de 1981 con el álbum Filin 1 y de 1989 con Filin 2 y Filin 3. Producciones que igual incluyen temas de Frank Domínguez,
Nico Rojas, Tania Castellanos, Ángel Díaz. Discos homenaje a este pilar de la
música cubana fuente de donde muy especialmente abrevo la Nueva Trova Cubana y
Pablo Milanés, uno de sus grandes representantes.
Espero hayan disfrutado
este viaje y disfruten los temas seleccionados.
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